Que maravilla, que alegría, que emoción !!!
Me encanta el momento de entregar el vestido a la niña y a su familia. Es un momento intenso y especial…
Es un momento en el que todos disfrutamos y donde las niñas están haciendo realidad una parte de su sueño, un momento para recordar junto con todo lo que van a vivir el día de su Primera Comunión.
Se hace corto, pero cada vez que sucede, es diferente, irrepetible. No solo se entrega un vestido, un tocado, un cinturón, se entrega una gran cantidad de ilusión, por hacer mis sueños y los suyos realidad.
Este vestido se lo llevó una maravillosa familia de Castellón.